Ceesp advierte interpretar con “cautela” el pronóstico de crecimiento del PIB del 3.5%

“Sin duda la economía ha mejorado. Pero, aunque como lo hemos mencionado en diversos espacios, su recuperación postpandemia fue muy lenta en comparación con otros países y las expectativas apuntan a un menor dinamismo el siguiente año”, señala.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Ante el anuncio sobre el crecimiento de 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) advirtió tomar este pronóstico con “cautela”. 

“El Inegi informó que, de acuerdo con el indicador oportuno de la actividad económica (IOAE), el indicador global de la actividad económica (IGAE) creció 0.1% en octubre y 0.4% en noviembre, lo que permitió que pasara de una tasa de crecimiento anual de 3.8% a una de 4.2% en ese último mes. No obstante, es aconsejable interpretar este salto con cautela ya que se debe a la última estimación oportuna, que no siempre es precisa”, informó el organismo.

El análisis ejecutivo económico del centro de estudios, refiere que “en materia de inflación aún se percibe cierta resistencia a la baja. En la primera quincena de diciembre los precios al consumidor aumentaron 0.52%, mientras que el pronóstico promedio de la encuesta Banamex anticipaba un alza de 0.40%”.

Este aumento, refiere el Ceesp, fue el segundo más alto para el mismo periodo desde el año 2000, año en que se registró la transición democráticas en el país.  Así, la inflación anual pasó de 4.33% en la segunda quincena de noviembre a 4.46% en la primera de diciembre. Es importante señalar que esta evolución reciente de la inflación tiene un origen estacional, ya que refleja mayormente el alza del indicador no subyacente.

El órgano de estudio refiere que en sintonía con el discurso gubernamental del presidente Andrés Manuel López Obrador, “sin duda la economía ha mejorado. Pero, aunque como lo hemos mencionado en diversos espacios, su recuperación postpandemia fue muy lenta en comparación con otros países y las expectativas apuntan a un menor dinamismo el siguiente año”.

Por ello, sugiere que para mantener un mejor desempeño de la actividad productiva del país es necesario que la política pública se avoque a ello en diversos frentes. Destaca primordialmente un entorno que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, con expectativas claras de crecimiento y supervivencia, así como generar una percepción positiva y de certidumbre del ambiente de negocios.

Y lanzó un reproche sobre el avance de la economía informal en el país.

“Se ha convertido en una alternativa para un gran número de personas que buscan una fuente de ingresos, pero se ha consolidado ante la ausencia de políticas que propicien la participación en el sector formal de la economía”, indica. 

Además, asegura que “la tolerancia de las autoridades ha sido causa importante de la informalidad en general. Asimismo, la carga regulatoria excesiva disuade la apertura de una empresa en la formalidad. Sin duda, los costos laborales no salariales disuaden la formalidad en lo laboral. Éstos pueden llegar al 50% de los costos laborales totales”.

La semana pasada, los resultados preliminares de la Medición de la Economía Informal (MEI) que presentó Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelaron que en 2022 la economía informal participó con 24.4% del PIB nacional en valores corrientes. En 2021, la participación fue de 24%, lo que representó un aumento de 0.4 puntos porcentuales; este indicador es el más alto registrado en los últimos 20 años. 

De la contribución del PIB informal (24.4%), la población ocupada en condiciones de informalidad generó 55.4%. El sector formal aportó 75.6% del PIB y de este porcentaje, 44.6% provino de la población ocupada formal. En otras palabras, por cada 100 pesos del PIB del país, las y los ocupados formales generaron 76 pesos y quienes están en la informalidad, 24 pesos.

Es importante mencionar que de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) 2024 presentados ante el Congreso en septiembre pasado, durante el último año de su sexenio, López Obrador anticipa que la economía mexicana conseguirá un crecimiento que fluctuará entre 2.5 y 3.5%.

Previsiones económicas

Apenas hace 15 días, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que economía mexicana crecerá un 2.5% el próximo año, un tercio menos que la expansión de 3.6% esperada para 2023.

Al dar a conocer el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023, señaló que México se vio favorecido este año por el crecimiento económico de Estados Unidos, su principal socio comercial, que serán de 2.1%, mayor al esperado.

Aún así, México figurará en 2023 entre las economías latinoamericanas con mayor crecimiento, sólo por detrás de Panamá (6.1%), Costa Rica (4.9%) y Paraguay (4.5%).

En promedio, el PIB regional crecerá un 2.1% este año y 1.8% en 2024, de acuerdo con el balance de la Cepal.

Durante el gobierno de López Obrador, la economía mexicana crecerá a un ritmo anual de 0.93% y el sexenio terminará, el año próximo, con tasa de expansión del PIB más baja en los últimos 36 años, como se indica en las proyecciones de la Cepal.

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